sábado, 20 de septiembre de 2014





El Escudo de armas de San Juan de Pasto es el emblema que durante más de 400 años ha identificado a la ciudad de San Juan de Pasto, capital del departamento de Nariño, siendo concedido por la Princesa Juana de Austria a nombre del Rey Felipe II, por medio de la Real Cedula dada en Valladolid el 17 de Junio de 1559
El escudo y la bandera son los principales símbolos de la ciudad, forman parte de la imagen institucional de la administración municipal, por lo cual siempre están presentes en los actos protocolarios, en la papelería oficial, en las obras públicas, etc
El pabellón está conformado por tres colores así:
Faja al centro azul de ultramar, dos bandas en rojo bermellón y un triángulo de color amarillo, en proporción de un tercio de largo de la bandera.
·         Azul marino: en faja al centro, significa celo, justicia, belleza y las virtudes de la serenidad y lealtad del pueblo Pastuso.
·         Rojo Bermellón: que va en las dos bandas paralelas significa el atrevimiento, alteza, fortaleza, guerra y coraje de los hombres y mujeres nacidos en Pasto.
·         Amarillo Oro: va en el campo triangular sobre el cual debe ir el escudo de armas de la ciudad, es símbolo de luz, poder, constancia sabiduría y nobleza.


SIMON BOLIVAR Y AGUSTIN AGUALONGO

En opinión de ilustres viajeros, tanto extranjeros como colombianos, Pasto es “la ciudad de más bellos contornos”, “el único paisaje europeo que se encuentra en Colombia”. Pero, Pasto fue “la fortaleza del realismo más intransigente y agresivo de toda América”; sin olvidar que fue un pueblo valiente a toda prueba.
 Sus moradores, con el caudillo Agustín Agualongo a la cabeza, fueron fieles al rey de España aún después de la independencia. Los ejércitos libertadores y el propio Bolívar padecieron tremenda resistencia en su marcha hacia el sur. Está escrito que Pasto fue “la patria del valor”, y que los pastusos elevaron “la intrepidez y la bravura a un grado extremo más allá de lo heróico

PERSONAJES IMPORTANTES

Larga sería la enumeración de los pastusos que han sobresalido por sus talentos y ejecutorias; razón por la cual nos limitamos a mencionar los siguientes: Tomás Hidalgo Lara, sabio y eminente historiador, fallecido en plena juventud, es el autor de Pasto antiguo y moderno. Reseña histórica y filológica (1890). Samuel Jorge Delgado, discípulo de Miguel Antonio Caro, secretario de gobierno del presidente Marroquín, consejero de estado y rector de la Universidad de Nariño. Juan Lorenzo Lucero, misionero jesuita, comparado con San Francisco Javier. Alejandro Santander, publicista y fundador de la Sociedad Filológica en la que se dio efectiva participación a la mujer. José Rafael Sañudo, filósofo, historiador y autor de los controvertidos Estudios sobre la vida de Bolívar . Leopoldo López Álvarez, traductor de Virgilio, Homero y Esquilo. Manuel María Rodríguez y Carlos Albornoz, parlamentarios y oradores elocuentes. Ignacio Rodríguez Guerrero, humanistas como pocos en Colombia, laureado por su obra Tipos delincuentes del Quijote . Sergio Elías Ortiz y Alberto Moctezuma Hurtado, cronistas e historiadores de la más pura estirpe intelectual. Guillermo Edmundo Chaves, novelista y poeta de singulares atributos. Carlos Guerrero Orbegozo, poeta de original creatividad, autor del canto épico Rumipamba o el despertar de un pueblo. Bernardo Martínez Santacruz, científico escrutador de la naturaleza. Carlos Martínez Madroñero, cantor de acrisolados méritos, consagrado por Luis Vidales como el precursor del grupo de los poetas de Piedra y Cielo. Aurelio Arturo, escritor y poeta; Maestro Alfonso Zambrano ilustre escultor, Alberto Quijano Guerrero, eminente catedrático, Maestro Chato Guerrero destacado músico, Luis Felipe de la Rosa célebre poeta; Alberto Quijano Vodniza reconocido y eminente Astrónomo.

Entre las mujeres ilustres, cabe recordar los nombres de Jerónima de Velasco, nacida a fines del siglo XVI, y de quien se ha escrito que “fue una poetiza de alto vuelo, que causó admiración a esa cumbre de la literatura universal, Leonor de Orense, Dominga Burbano, Luisa Góngora, Ana Rosa Rueda, Raquel María Astorquiza, Amalia Santander y Emma Inés Medina de Moncayo, entre otras. Y las heroínas de la independencia Andrea Velasco, Domitilia Sarasti, Luisa Figueroa “ La Góngora ” y Dominga Burbano. 

SUPUESTOS FUNDADORES DE SAN JUAN DE PASTO

 Recordemos que, desde lejanos tiempos, a una trilogía de nombres se le atribuye este privilegio: Lorenzo de Aldana, Sebastián de Belalcazar y Pedro de Puelles. La balanza se ha inclinado más sobre los dos primeros. Y recordemos, así mismo, que son dos los lugares en donde se refiere que se cumplió dicha fundación: Guaquanquer, hoy Yacuanquer y el Valle de Atriz, o sea el espacio en donde actualmente se asienta la ciudad. También se le atribuye la fundación a Sebastián de Belalcazar

HISTORIA DE SAN JUAN DE PASTO.

Pasto hunde su ancestro común en el inmenso territorio que se llamó Hatunllacta, tierra de los mayores, tierra grande en lengua quechua. 

El Pasto de hoy es el resultado de un proceso social construido a través del tiempo, cuyas raíces se remontan a los nativos habitantes de Hatunllacta o valle de Atures, 

El Pasto de hoy también es el resultado de su interrelación con el entorno regional como epicentro de la vida social, económica, cultural y política del departamento de Nariño con el resto del País, condicionada por un crecimiento económico nacional que concentró los mayores recursos y los mejores esfuerzos, únicamente en los llamados "polos de desarrollo"; y con el resto del mundo, particularmente con Ecuador, por ser Pasto parte de la frontera activa con esa hermana nación. 

Este proceso histórico formo un pueblo laborioso, inteligente, honesto y de reconocidos talento y habilidad artísticos, incomprendidos y rebeldes, ha forjado lo que somos y ha sentado las bases para construir el futuro que nos propongamos alcanzar.

El centro vital del municipio es y ha sido a través del tiempo la ciudad de Pasto, Villa de Pasto en 1537. Como dijera el hispano en 1582 'muy fértil de comidas es tierra muy sana de lindo temple. 

La ciudad desde siempre ha tenido como sus referentes naturales y visuales el río Pasto y el volcán Galeras Viejo rugoso, encanecido por tempestades y peinado por tolvaneras, es el cósmico padre del paisaje. 

En el sector rural, como parte del paisaje natural, La Cocha o Lago Guamuez, refugio cotidiano del sol, es otro de los referentes importantes de Pasto; como lo son también los 21 pueblitos que circundan la ciudad, de gran valor histórico por cuanto conservan aún, la huella de nuestros ancestros. 

Lo disfrutamos por la belleza del paisaje, la variedad de sus recursos naturales, la bondad y laboriosidad de sus gentes; por su riqueza cultural que tiene en el carnaval de negros y blancos su más formidable expresión; porque en lo urbano se cuenta con los servicios públicos básicos para la vida y para la comunicación con el entorno global; por las oportunidades de salud y educación.